RECLUSION FEMENINA EN ESPAÑA: Aproximación al fenómeno desde el enfoque de género
Hasta ahora, pocos han sido los estudios basados en investigación empírica o enmarcado dentro de alguna perspectiva teórica, que se hayan propuesto indagar en la realidad de las prisiones de mujeres en España. Algunas autoras achacan esta “invisibilidad”, a la reducida representatividad numérica de la población femenina reclusa en proporción a la masculina (Almeda, 2002: 217. Smart, 1996: 25).
Pese a representar una minoría en lo que respecta a la población reclusa total, habría que señalar que el aumento de las mujeres presas en España ha sido proporcionalmente mucho más elevado que el de la población masculina, pasando de representar un 4,6% de la población reclusa en 1985, a un 9,5% en 1994 (Almeda, E. 2002: 219) un 8% en 2003, y un 8,18% en 2007 (Yagüe Olmos, 2007:3), según los datos más actuales de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, en el mes de septiembre de 2011 la población reclusa femenina era de un 7,5%. Así, la realidad española destaca por tener la tasa más alta de población reclusa femenina de toda Europa.
En los últimos 10 años, se ha observado un incremento de las investigaciones realizadas en el ámbito de los centros penitenciarios femeninos en España, aportando grandes conocimientos en cuestión de tratamiento penitenciario, descripción de las características socio-demográficas de la población, información jurídica y otras situaciones de las mujeres presas (niños de madres en prisión, reincidencia, consumo de drogas y derechos humanos); pero sin duda alguna sigue habiendo una gran diferencia cuantitativa en cuanto a investigaciones realizadas en centros penitenciarios masculinos.
La reclusión femenina en España –como en otros países-, lleva aparejada una serie de particularidades que suponen problemáticas concretas para las mujeres encarceladas, provocando situaciones discriminatorias, y en consecuencia, el cumplimiento de una pena mucho más dura que la vivenciada por los hombres (Almeda, 2002:215). Entre estas particularidades cabría destacar situaciones como: la dispersión geográfica debido a la escasez de centros que alojen a mujeres, la falta de espacio e instalaciones precarias no adaptadas a sus necesidades, una oferta de programas educativos, formativos, laborales y actividades culturales o recreativas con importantes sesgos de género y no adaptados a las demandas del actual mercado laboral, etc. Sin duda, este carácter discriminatorio reflejado en las condiciones de cumplimiento de la pena privativa de libertad, suponen una importante merma en los derechos de las mujeres encarceladas.
Algunos estudios realizados (Galera García, 2008. Genders y Player, 1987. Arteaga, 1990) constatan que las mujeres presas presentan necesidades y problemas distintos a los hombres, que tienen su base en necesidades físicas, mentales y emocionales propias; como lo es la maternidad, higiene femenina, adicción a sustancias, enfermedades psicológicas, maltrato psicológico, físico y abuso sexual, entre otros. Aparte de estos problemas, se ha demostrado con numerosas investigaciones (García Bores, 2006) que las penas privativas de libertad en mujeres son poco efectivas a la hora de reducir los índices de delincuencia, y que suponen una experiencia traumática en aquellos casos de mujeres que llevan la responsabilidad doméstica en su vida privada, llegando a exacerbar los problemas mentales y de adicción a las drogas (Yague Olmos, 2002).
A través del presente trabajo, nos proponemos analizar el estado de la cuestión en lo que se refiere a la investigación sobre prisiones de mujeres en el ámbito nacional. Para ello, se hará referencia a los trabajos que hemos obtenido tras realizar una búsqueda exhaustiva sobre los aportes de la comunidad científica en relación a los centros penitenciarios y carcelarios de mujeres en España. Se abordarán las principales variables estudiadas a nivel nacional dentro de esta línea de investigación, teniendo en cuenta lo que se ha realizado en el marco de las diferentes disciplinas (criminología, sociología, psicología, derecho, etc.), presentando la información de manera que le sea posible al lector tener una idea clara de los objetos de estudio, las hipótesis, resultados y conclusiones de las investigaciones disponibles en la actualidad. Los múltiples materiales a partir de los cuales hemos confeccionado este trabajo, se han recabado a partir de fuentes variadas y complementarias. Se han utilizado textos y documentos obtenidos a partir de diversas fuentes bibliográficas (bibliotecas, bibliografía de otras publicaciones, bases de datos especializadas, actas de congresos, etc.).
Fueron empleadas cuatro bases de datos especializadas , seleccionadas por su rigor científico, que contienen artículos publicados en revistas, actas de congresos y libros, de criminología y disciplinas afines. Las bases de datos empleadas para la búsqueda son Academic Search Complete, Dialnet, Psicodoc, Psycinfo, medline, E-Journals. Los conceptos empleados en esta fueron: prisiones de mujeres, cárceles de mujeres, reclusas, mujeres encarceladas, presas, reclusión femenina, rehabilitación y centros penitenciarios.